Escapada a Oporto

Si hay una cosa muy importante que hay que saber de mi, es que soy un alma viajera y hay algo en mi que necesita descubrir, moverse, conocer. Adicta a los aviones, trenes, incluso autocares si se tercia. Y por suerte, parece que tanto Papi como los babys han salido viajeros también.

Esta vez, se nos cruzó en nuestro destino esta ciudad portuguesa, y si digo que se nos cruzó en el destino, es porqué no planificamos los viajes nosotros, si no los buscadores de vuelos. Por norma general usamos buscadores aleatorios, y esta vez, usamos el de la página https://momondo.es . Nos salió el vuelo i/v por 30 euros/persona, y, por 25 euros más teníamos habitación en el centro de la ciudad ( Bolhao).

Llegamos al aeropuerto de oporto a las 11 de la mañana ( es una hora menos que en España), y es importante recalcar que hay metro directo desde el aeropuerto al centro de la ciudad. Tiene un precio de 2,55 euros.

Los billetes para viajar dentro de la ciudad, tienen un precio de 1,20.

Media hora más tarde ya estábamos en la habitación del hotel, echando un vistazo al mapa y dispuestos a recorrer la ciudad.

Antes de empezar el itinerario, paramos en un restaurante llamado » Tropical» en Praça da Batalha y pedimos Francesinhas, el plato típico de Oporto. No apto para vegetarianos, ni para cardíacos. Consiste en una especie de sandwich, con huevo, ternera asada, jamón cocido, salchichas, queso, tabasco, pimentón, 4 rebanadas de pan . No tenemos problema con Marc ya que le encanta el picante a pesar de su cortita edad.

Nos salen dos francesinhas con patatas, + bebidas, café para los adultos y un pastel de nata para Marc por 25 euros, nada mal creo yo.

Oporto tiene una cosa muy buena a la hora de hacer turismo, y es que todo lo turístico está cerca, solamente hay que buscar la estación de metro de São Bento y tendréis todo cerca. En un solo paseo vimos la Torre de los Clérigos, la estación de tren de são Bento, la catedral de Porto, Mercado do Bolhao..) y paramos en un par de parques para que Marc jugara.

Bajamos hasta la orilla del río Duero, donde pudimos degustar una copa de vino y Marc un refrescante zumo de naranja y lima, ya que,  a pesar del mal pronóstico, finalmente hizo sol y calor. Fue muy relajante tomar algo en una terracita, a la orilla del río mientras escuchábamos música.

Paseo hacia el hotel, y cena en un restaurante del centro comercial » la vie porto» , donde pudimos comer un plato combinado + refresco y postre por solamente 5 euros. Aprovechando la visita al centro comercial, compramos dulces portugueses ( buenísimos!!!)

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DIA 2

Después de dormir hasta que nuestros niños-despertador nos levantan, nos zampamos los dulces en la cama ( primera vez en mi vida que desayuno en una cama!).

Cogemos el metro ( linea azul «A») dirección Matosinhos, y pasamos la mañana en el parque da cidade, un parque enoooooooorme, con playa incluída.

Volvemos, comida en McDonalds, paseo en tranvia ( marc estaba loco por montarse en uno! y lo super recomiendo) y metro dirección aeropuerto para volver a casa.

 

Desde luego recomiendo Oporto. Dispone de muchísimos parques para los peques, y en el centro comercial habían piscinas de bolas donde los niños podían jugar mientras los papis comen. Además, la gente es super amable y dispuesta a ayudarte si necesitas algo.

Se hace una ciudad muy amena, ya que, a pesar de ser grande, todo lo necesario está en el centro.

Espero que os haya gustado el post. Y si tenéis la oportunidad de viajar a esta ciudad, no la desaprovechéis, os va a encantar!